Los hechos han demostrado una verdad cartesiana: A mayor respuesta –verbal o con acciones concretas- de Chávez a las agresiones del gobierno colombiano, mayor respaldo popular al gobierno de Uribe. Considerando que Santos, hoy candidato a la reelección de Uribe como presidente de Colombia, este principio aplica directamente en el apoyo electoral al candidato uribista venido abajo frente a la candidatura del ex alcalde de Bogotá Mockus. O al meno ese es el cálculo que saca el partido uribista. Eso explicaría la provocación permanente de Álvaro Uribe al presidente Chávez.

Luego de la alianza con Fajardo, la diferencia en las recientes encuestas realizada en las principales ciudades de Colombia, indican que Santos –con un 29,5%- ha empezado a perder apoyo frente al creciente respaldo en las preferencias electorales a Mockus que ascienden a 24,8%. Nohemí Sanín, con un 16.4% se mantiene en el tercer lugar. Y estos votos en una casi inminente segunda vuelta en las elecciones presidenciales del 30 de mayo, sumarían a Antanas Mockus una mayoría, con la que podría ganar las elecciones del 20 de junio. Las razones son múltiples, y de las exploradas, resalta la necesidad de un viraje en la política interna de Colombia.

Frente esta situación, Uribe y su candidato a su reelección, han continuado con la estrategia de provocar al Presidente Chávez, para elevar el rechazo y el temor que representa para los intereses de la nación colombiana el conflicto Chávez-Uribe, lo cual implicaría un apoyo a Juan Manuel Santos. Y si pudieran repetir la fórmula de Alan García en Perú al asociar a Humala a Chávez al candidato Mockus, para afectar su imagen y el apoyo electoral, pues ya lo hubieran hecho. El asunto es que Chávez no mantiene ninguna relación con Mockus, a desdicha de Santos. La situación se le ha complicado al Uribismo, o sea a la derecha colombiana. Espero que no apliquen la misma fórmula que le aplicaron a Galán, sería lamentable más no sorpresivo. La actitud del presidente ha sido inteligente, al mantenerse prudente frente al ataque verbal de un Uribe agresivo que ha enfilado sus armas discursivas directamente en contra a Chávez.


Considero que en Venezuela, debemos estar muy atentos al proceso político que implica el cambio de Presidente en Colombia. Su desenlace definirá el futuro de las relaciones con nuestro país así como la configuración del concierto de naciones suramericanas.