Recientemente, los rotativos El Nacional y Tal Cual, publicaron dos trabajos firmados por Hernán Lugo-Galicia y David Ludovic respectivamente, donde analizan la intención de los actuales diputados opositor

es en la Asamblea Nacional a postularse como candidatos en las próximas elecciones nacionales, regionales y locales del 2012. Lugo-Galicia presentó los resultados de una encuesta que aplicó a los diputados de oposición, dando a conocer que un 46,1% tiene la intención de participar en las elecciones primarias del venidero 12 de febrero de 2012. Eso significa que 30 de los diputados electos el 26 de septiembre de 2010, de resultar favorecidos con el voto opositor, serán candidatos a algunas de los 335 cargos de alcaldes y 23 a gobernador, perdiendo su investidura de diputados, tal como se establece en el artículo 191 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

Ludovic por su parte, analiza desde diversas perspectivas la situación, haciendo algunas observaciones del carácter pragmático, legal y ético. En este artículo, quisiera compartir mis opiniones al respecto, pues más allá de lo expresado en los trabajos citados, hay algunas lecturas de la situación que pudiesen complementar el análisis.

Los viejos están mandando.

Una de las primeras lecturas que podemos hacer, es que dentro de la oposición hay un permanente reacomodo que siempre beneficia a los mismos sujetos, y el ingreso efectivo de nuevas figuras es muy limitado. Las mismas viejas figuras de la política venezolana siguen mandando dentro de la oposición. Y es que no solamente definen fechas claves de la dinámica opositora, como es el caso del boque socialdemócrata y su máximo representante Ramos Allup, viejo actor de la política venezolana, sino que también se repartirán los cargos a elegir en las próximas primarias opositoras. Los líderes opositores, son dirigentes de la MUD, parlamentarios, y ahora también candidatos a gobernadores y alcaldes.


Las mismas caras con diferentes posturas

Al mismo estilo de Lon Chaney, actor del cine mudo conocido como el hombre de las mil caras, los mismos que hace unos meses posaron para fotografiarse como candidatos a diputados, cambiarán el cargo al cual se postulan y se presentarán como candidatos a alcaldes y gobernadores.

En una suerte de saltimbanquis de la política, vemos los mismos personajes una y otras vez rotándose en los cargos públicos, sin una mayor especialización de sus funciones políticas. El caso más particular fue el de Manuel Rosales, quien luego de ser gobernador y candidato presidencial, optó por postularse como alcalde, un fenómeno inédito en nuestro país.


Nuevas elecciones, nuevas posibilidades.

Hay la posibilidad de que se genere una situación especial, y es la que tanto el diputado principal como el suplente sean electo como candidatos locales (o regionales) en las primarias opositoras. Como bien sabemos, en el caso de que un diputado principal no continúe en sus funciones, ocupará su lugar el diputado suplente, y en el caso de ser ambos los que renuncian a su investidura, se tendrán que realizar nuevas elecciones para escoger al diputado principal y el suplente. Es lo que pudiese suceder con los diputados nominales electos en las circunscripciones 1 y 11 del estado Zulia, Juan Romero y Melvin Méndez respectivamente, que tantos ellos como sus suplentes han manifestado, según Lugo-Galicia su intención de ser candidatos a alcaldes. Eso significa, que el CNE deberá realizar elecciones para los diputados en esas circunscripciones, por lo que ambos curules, en un proceso electoral, pudiesen ser ganado por el PSUV, incrementando su presencia en la Asamblea Nacional.

Ahora bien, si estos diputados a sabiendas que dos años después se realizarían elecciones locales y regionales, en las cuales tenían aspiración a participar ¿Para qué se presentaron como candidatos a Diputados Nacionales? Es más que clara la respuesta a la pregunta: por simple proyección electoral, en un claro menosprecio por la actividad legislativa. ¿Dónde quedó el discurso de representar los intereses de las colectividades por la cual se estaba postulando? ¿Dónde quedaron las propuestas a desarrollar desde la Asamblea Nacional? ¿No existen otros candidatiables en la oposición, o los que existen son los únicos con la capacidad de ocupar cargos públicos de elección popular? ¿Entienden la política desde la oposición como una especie de juego de cuadros cerrados que opera desde una lógica de autorreferenciación?

Hay diversas formas de ejercer el autoritarismo y la hegemonía del poder. Bien pudiera traducirse este tipo de fenómenos en nuevas formas de operar el caudillismo partidista, en el cual sólo quienes son considerado como tales son los capaces de obtener el preciado voto popular. Agradezco sus gentiles comentarios, y quedo como siempre a su disposición para continuar el debate sobre este tema y otros del acontecer político internacional, nacional y local de los altos mirandinos, a través de mi blog www.farithfraija.blogspot.com y en twitter @farith15.