Hoy, la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobará el reingreso de Honduras, luego de la suspensión aprobada el 04 de julio de 2009, con 33 votos a favor sin ninguna abstención. Sin embargo, ¿Contará con el mismo respaldo la medida de reincorporar a Honduras a la OEA? Ecuador salvará su voto, pues ha manifestado el presidente Rafael Correa su desacuerdo por el reingreso, lo que significará que 32 naciones aprobarán el reingreso y una salvará su voto. Precisemos las implicaciones positivas y negativas del retorno de Hondura a la OEA, y la postura de Ecuador frente a esta situación.

Democracia: Valor supremo.

Desde el retorno de la democracia en América Latina, se ha convertido su defensa en un valor supremo para las relaciones internacionales. Eso se evidencia en instrumentos como las cláusulas democráticas, y por supuesto en su mayor expresión continental, como lo es la Carta Democrática Interamericana.

Chávez, líder influyente en América.

¿Por qué negociar el reingreso de Honduras con Chávez? Por la garantía que representa su liderazgo en Latinoamérica. Para nadie es un secreto a que intereses responde el gobierno de Santos, y con qué países está alineado en el continente. Sin embargo esta coalición de gobiernos en torno a los intereses norteamericanos, no poseen la incidencia que si se reconoce en el presidente Chávez. Por ello no era sólo necesario, sino imprescindible.

Incapacidad de la OEA en la mediación de conflictos.

Otro elemento importante, pero dentro de los aspectos negativos, fue la ineficacia de la OEA para conciliar en el conflicto hondureño. No es la primera vez que es rebasada por otras instancias propuestas por algunos gobiernos para resolver conflictos. Recordemos las experiencias del Grupo de Contadora (justamente para promover la paz en Centroamérica), el Grupo de Río o el Grupo de los Ocho, que fueron mecanismos más efectivos en la intervención y resolución de conflictos.

Debilitamiento de las instituciones de gobierno en Honduras.

Otro de los temas importantes, es la sanción a los responsables del golpe de Estado contra el gobierno de José Manuel Zelaya y de las violaciones a los Derechos Humanos. Y con ello se explica la postura del gobierno de Correa. Uno de los temas ausentes del “Acuerdo para la Reconciliación Nacional y la Consolidación del Sistema Democrático en la República de Honduras”, fue el compromiso del gobierno de Lobo por investigar y sancionar a los responsablesdel golpe en contra de Zelaya.

Contrario a ello, los militares de alto rango involucrados en el golpe de Zelaya, fueron sobreseídos de su responsabilidad en el golpe contra Zelaya el 26 de enero de 2011. Tal es el caso del General Romeo Vásquez, que ocupa la gerencia general de HONDUTEL, una de las empresas estatales más importantes del país.

Queda en riesgo latente la institucionalidad del gobierno hondureño. No sancionar a los responsables del golpe de Estado y los atropellos posteriores en Honduras, es legitimar el uso de mecanismos al margen de las instituciones democráticas para irrumpir en los mandatos de gobernantes popularmente electos. Por ello, reivindico la postura de Ecuador y de su presidente Rafael Correa.

Respaldar el ingreso de Honduras a la OEA sin haberse sancionado a los responsables del golpe de Estado y la violación de los Derechos Humanos, es ceder el mecanismo de presión más eficaz para lograr la restitución de la institucionalidad democrática. Además, Lobo tiene todas las condiciones para llevar adelante este tipo de acciones; tanto, que su incidencia llega a los órganos del Poder Judicial para lograr la anulación de los procesos judiciales en contra del ex presidente. Es importante el retorno de Zelaya en los términos fijados en el acuerdo; tanto, como la reivindicación de la legalidad y la justicia en Honduras.

Aún el dilema de algunas de nuestras democracias sigue siendo qué es más importante, las personas o las instituciones. En este caso, no fueron las instituciones. Sin embargo, están sembradas las esperanzas de justicia en el desarrollo de las acciones posteriores al retorno de “Mel”, y en el desarrollo de la Comisión de Seguimiento del Acuerdo de Cartagena, así como de la Secretaría de Justicia y Derechos Humanos que se creó. Esperemos buenos resultados.