Luego de conocer el triste desenlace de los hechos de violencia en la cárcel de El Rodeo, creo importante compartir algunas observaciones sobre el respecto. A pesar de relacionarse con el ámbito de las políticas de justicia y seguridad ciudadana, son lugares comunes en otras instituciones públicas. La solución adoptada por el gobierno nacional de crear un nuevo ministerio, es un reconocimiento a que la causa principal del problema es de carácter administrativo y organizacional: burocratismo e ineficiencia.

Transferir la dirección de la gestión del sector penitenciario al Presidente de la República, es reconocer que el problema es de orden organizacional. Y la solución es echárselo a cuestas a Chávez, que al parecer es de los pocos garantes de una gestión eficiente, incluso pese a su convalecencia, pues la reticencia de reconocer la falta temporal y la supleción por parte del Vicepresidente Ejecutivo, pudiese estar asociado a lo mismo. Pero hay otros elementos que permiten analizar desde una visión más amplia esta situación.

EL FRENO A LA ROTACION MINISTERIAL

Celebro que pese a las deficiencias en la gestión del sector penitenciario, y el tardío y sorpresivo reconocimiento que "hay que transformar radicalmente al sistema", no hayan removido al ministro. Eso es una buena señal de querer estabilizar el gabinete ministerial. Y es un hecho importante, pues luego de 12 años de gobierno son 189 cambios ministeriales que se han producido. Incluso la misma decisión en torno a Alí Rodríguez Araque, lo confirma. Por otra parte, es un reconocimiento a los aciertos obtenidos en otras dimensiones de su competencia, y a una evaluación más “en frío” de su gestión.

LA INEFICIENCIA EN MATERIA PENITENCIARIA

La situación penitenciaria a nivel nacional es realmente dantesca. Para nadie es un secreto que muchos centros penitenciarios son depósitos de seres humanos, que más rehabilitarse se subsumen en un mundo sombrío de miserias. La reforma del sistema judicial, penal y penitenciario, fue planteada desde finales de los años noventa con un proyecto concreto, financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo. El costo total del programa era de 132 millones de dólares. El préstamo del BID se otorgó a un plazo de 20 años, con un período de gracia de cinco años y medio, a una tasa de interés variable, en la cual Venezuela debía aportar 57 millones de dólares.

¿Qué pasó con este proyecto que tenía como objetivo apoyar la modernización del sistema de administración de justicia en el país, con un componente importante asociado a la capacitación de los custodios, y la modernización de las cárceles? Venezuela fue penalizada por el BID por no cumplir con los plazos ni los objetivos del proyecto a cabalidad. Las soluciones se han planteado muchas veces, pero la voluntad de asumir la política de reforma del régimen penitenciario ha sido saboteada por la incompetencia, la corrupción, el cambio frecuente de ministro (que afortunadamente no ocurre desde el 2008), y la situación interna de las cárceles.

EL EXCESO DE PRESIDENCIALISMO

Los países latinoamericanos, han sido caracterizados por tener gobiernos presidencialistas, con pocos controles y contrapesos sobre los ejecutivos nacionales. Creo que actualmente, uno de los sistemas presidencialistas más fuertes es el de Venezuela. Sin embargo, a pesar del espejismo de creer que con más competencias atribuidas a una figura de gobierno como lo es el de Presidente de la República se está fortaleciendo, por el contrario se debilita. Ahora Chávez dictará las políticas al sector penitenciario, y no es extraña esta práctica, pues algo similar ocurre con otro sector neurálgico, como lo es el tema de vivienda, que lo ha convertido en un tema “personal”.

Conocemos la capacidad extraordinaria que tiene el presidente de liderar y motorizar procesos de transformación y cambios, como pocos en nuestra historia y en América Latina. Pero es un exceso de centralismo crear un ministerio para el servicio penitenciario, pues la solución no está en debilitar al Presidente con más competencias, sino asumir con decisión la transformación del régimen penitenciario.

EL MAL ENFOQUE DEL PROBLEMA

¿El problema realmente es la gestión de la política desde el MIJ? No lo creo. Considero más bien que responde al ámbito de las capacidades de implementar una política pública eficiente, más que el tema de sobre quién recae directamente la responsabilidad. Serán innecesario los recursos que se inviertan (tiempo, dinero, horas hombre, infraestructura, diseño organizacional) en la creación de un nuevo ministerio, pues insisto, el problema no fue abordado adecuadamente. No es la adscripción de las instancias que administran las políticas penitenciarias, sino la voluntad para afrontar la problemática en general y diseñar planes que se cumplan, que se monitoreen, y se hagan cumplir con funcionarios responsables y realmente comprometidos con la solución del problema. En esta lucha reconozco la presencia en diversos espacios, de Elio Gómez Grillo, defensor acérrimo e investigador infatigable sobre el tema penitenciario.


El verdadero cáncer que carcome al gobierno de Chávez, no ha sido el que se ha insinuado por los medios de comunicación privados, sino aquel que carcome las bases institucionales del gobierno, que son la ineficiencia, la improvisación, la corrupción y la impunidad. Cuanto lamento la muerte de 19 privados de libertad en la cárcel del Rodeo, y mucho más que su trágica desaparición sea el detonante de un problema que se conoce desde hace mucho tiempo, así como sus soluciones. Por sus vidas y el luto de sus familias, espero que pronto se motoricen los cambios conocidos y necesarios.