En estos días los debates sobre las estrategias de un posible plan B de la oposición de cara a las elecciones de 2012, han caracterizado las contiendas políticas. A través de mi cuenta en twitter @farith15, recibí mucha información respecto a los argumentos que se han esgrimido desde ambos sectores de la política nacional. En diversos espacios de opinión, medios de comunicación, e incluso en la Asamblea Nacional, el tema ha sido duramente debatido, generándose acusaciones peligrosas en caso de demostrarse pruebas válidas ante las instituciones competentes.

Sin embargo, me hago la pregunta que quizás muchos venezolanos y venezolanas se harán, ¿Hay suficientes pruebas para afirmar que la oposición prevé un plan B en caso de no ganar las elecciones presidenciales de 2012?

Quisiera analizar algunos antecedentes sobre acciones que en el pasado desarrollaron factores de la oposición venezolana, para activar un “plan B” alterno al juego de la democracia, que van desde el ataque al Consejo Nacional Electoral (CNE) hasta la búsqueda de financiamiento externo para sostener la oposición a Chávez.

Atacar al árbitro

Es curiosa la forma como la oposición se ha relacionado con el ente comicial. Justo antes de celebrarse nuevos comicios, inician acusaciones hacia el CNE acusándolo de vulnerar el secreto al voto, intimidad al elector, manipular la data electoral, y obviamente realizar “fraudes selectivos”.

En los meses previos a las elecciones en diciembre de 2012, empezaron a denunciar supuestas irregularidades. Ahora el tema es la incorporación de nuevas captahuellas y la digitalización de los cuadernos electorales, y por supuesto la vulneración del secreto al voto. Por otra parte, en diversos procesos, han declarado fraude y parcialidad hacia el PSUV, claro está, cuando no son favorecidos con el voto popular. Pero, ¿ha sido la misma actitud cuando sí han sido favorecidos?

Revisemos este caso. El Alcalde del Municipio Sucre del Estado Bolivariano de Miranda, Carlos Ocariz, fue derrotado electoralmente en el año 2004 luego de obtener un 47% de los votos, frente al 51% obtenido por José Vicente Rangel Ávalos. Inmediatamente, fueron cuestionados los resultados. El 02 de noviembre de 2004, el diario El Universal publicaba una nota donde se expresaba lo siguiente: “para Ocariz, el anuncio del CNE no coincide con las actas escrutadas” (...) “Juan Carlos Caldera, abogado de Primero Justicia, solicitó ante el CNE que no se decretara ganador a ningún candidato hasta que no se coteje 100% de las actas, debido a dudas razonables”. Por su parte, Leopoldo López, para el momento militante del Primero Justicia, afirmaba que “El CNE está al margen de la ley”.

Cuatro años después, frente a Jesse Chacón (PSUV), Ocariz obtiene la victoria con un 56% de los votos, frente a 44% obtenido por Chacón. El 24 de noviembre de 2008, reseñó el mismo diario El Universal la frase de Ocariz: “Hoy Petare habló". Curioso fue, que en ningún momento de su discurso fue cuestionada la actuación del CNE.

La agitación castrense.

Dentro de las estrategias de la oposición de agitar y movilizar los diversos sectores de la sociedad venezolana, para recuperar el apoyo que en alguna oportunidad tuvieron antes del 2004, encontramos las dirigidas hacia el sector militar. El mensaje ha sido muy similar al que quisieron dar en 2001, con el caso de las prendas íntimas femeninas entregadas en sobres a oficiales de alto rango. Ahora, el argumento es que se quiere eliminar a los componentes militares, para desplazarlos por las Milicias Bolivarianas. Esto conformaría un plan que el Presidente Chávez tiene para dividir progresivamente la Fuerza Armada. La intención es clara: crear malestar interno.

El 10 de mayo de 2004, el ex presidente Carlos Andrés Pérez, declaraba desde Miami que: “el descontento es mayoritario entre los miembros de la Fuerza Armada Nacional. En cualquier momento podemos enfrentarnos a una acción de la fuerza armada venezolana". ¿Alguna coincidencia con las declaraciones realizadas recientemente por algunos voceros de la oposición?

Por otra parte llama poderosamente la atención la mención selectiva que al declarar sobre el tema hace Antonio Ledezma de la Guardia Nacional, cuando brindó declaraciones al respecto señalando que "¿Quiénes son los que tienen con sueldo de hambre a soldados y Guardias nacionales?”

Como lo recogió Mirtha Rivero en su libro “La rebelión de los náufragos” cuando entrevistó a Carmelo Lauría “la garantía para la estabilidad democrática, desde el punto de vista de las acciones militares contra el Presidente, es la Guardia Nacional.” No es casual la mención de Ledezma.

El financiamiento externo

Si algo permitió la develación de fue dejar al descubierto las relaciones hasta el momento oscuras de las embajadas norteamericanas con factores de oposición en Venezuela. Comentemos algunos de ellos.

Según un cable de septiembre de 2009, Ismael García, Juan José Molina y Ricardo Gutiérrez se reunieron con el Embajador de los Estados Unidos en Venezuela, Patrick Duddy, para solicitar financiamiento a Podemos, a través de recursos provenientes del Nacional Endowment for Democracy (NED) u otros fondos del gobierno estadounidense. Luego, en fecha reciente Didalco Bolívar, compañero de partido de Ismael García, lo acusaba de recibir recursos de sectores económicos privados (9MM$) con la finalidad de negociar candidaturas a las elecciones regionales venideras.

Por su parte, en el 2006, El ex embajador de EEUU en Venezuela, William Brownfield, señaló que un grupo de dirigentes de AD encabezados por Henry Ramos Allup le manifestaron su interés de recibir financiamiento. Igualmente acotaba que “La principal estrategia de Ramos ha sido intentar conseguir la ayuda de la comunidad internacional”.

Otro caso se registra en 2010, donde Miguel H. Otero (Diario El Nacional), Nelson Mezherane (Globovision) y Guillermo Zuloaga (Globovision), se reunían de forma frecuente con el embajador Patrick Duddy. Al menos, con el Director de El Nacional, hubo una referencia directa a la solicitud de financiamiento para evitar la quiebra del diario en abril del 2011. Como bien sabemos, no quebró, y por el contrario la fiesta de su 68 aniversario fue apoteósica.

No podemos afirmar que en todos los casos señalados, efectivamente se concretó el financiamiento. Sin embargo, la intención de recibir recursos del gobierno norteamericano es clara. Y obviamente, estas ayudas van condicionadas a responder a los intereses del financista.

Usted evalué a la luz de los hechos que sucedieron, y por su puesto los venideros, si existen o no antecedentes sobre diversas configuraciones de “planes B”, que se han activado en el contexto electoral. Esperemos que en esta oportunidad, no los anime estrategias que vulneran las bases de la democracia venezolana.