La incertidumbre y la ansiedad con respecto a las fechas de las elecciones del 2012, y ahora 2013, llegó a su final. El día martes 13 a principios de la tarde, Tibisay Lucena dio a conocer las fechas en las cuales se realizarán las elecciones: 07 de octubre de 2012 las presidenciales, en diciembre de 2012 las estadales y en abril de 2013 las municipales. Analicemos algunos aspectos generales de los ansiados anuncios.

Adelanto de elecciones

Una de los primeros mensajes que los medios privados, opinadores y líderes opositores han querido calar en la opinión pública, es que hubo un adelanto de las elecciones. Sin embargo, es importante tener en cuenta que para hablar de adelanto se debe tener un referente legal, y en el caso de las elecciones presidenciales, no existe, más allá de la tradición de efectuar las elecciones presidenciales a principios del mes de diciembre.

Por ello, es falso que se haya generado un adelanto de las elecciones presidenciales. Incluso, de haberlo, pudiésemos atribuirlo al hecho de hacer público el calendario electoral con más de un año de anticipación a las elecciones presidenciales. Otrora, la antigua Ley del Sufragio y Participación Política estipulaba en su artículo 152 que debía fijarse con seis meses (por lo menos) de antelación las fechas para las elecciones, y que las mismas debían efectuarse un día domingo de la primera quincena del mes de diciembre del año anterior a la finalización del período correspondiente.

¿A quién le conviene?

Dentro de los criterios más relevantes para analizar a quien le favoreció más las fechas anunciadas, está el tiempo para desarrollar la campaña electoral. Obviamente, los más preocupados en este sentido eran los partidos de oposición. Luego de aceptar que ningún partido opositor por separado tiene la posibilidad de ganarle a Chávez, y que la única forma de tener al menos oportunidad es escogiendo entre todos los partidos opositores a un solo candidato, era necesario efectuar unas elecciones primarias, con lo que un tiempo estrecho entre la fecha de las primarias y la elección presidencial, hubiesen sido perjudiciales.

Desde principios de 2011, se vaticinaba que el CNE respondiendo a los intereses del PSUV y con las elecciones de septiembre de 2010 como antecedente, fijaría las elecciones presidenciales a mediados de año (mes de julio) para restarle tiempo a una oposición que realizaría sus primarias presidenciales en febrero de 2012. Afortunadamente, luego de los anuncios del CNE con algunas excepciones, las diversas toldas políticas y precandidatos dieron a conocer que los casi ocho meses que tienen luego del 12 de febrero, fecha en la que posiblemente se realicen las elecciones primarias opositoras, es suficiente.

Por otra parte, está lo relacionado a la salud del Presidente. Ya se puede leer a diversos analistas afirmando que fijar las elecciones presidenciales en octubre, favorece la posibilidad de realizar una campaña corta que no comprometa la salud del Presidente Chávez. Sin embargo, bajo este mismo criterio, hubiese sido más conveniente fijarla para el mes de diciembre, pues con ello se sumarían más tiempo para la recuperación del Presidente Chávez y poder afrontar los rigores de una campaña electoral. Por lo tanto, afirmar que el supuesto adelanto se realizó para que la campaña favoreciera al “candidato enfermo”, es desestimable.

Considero que a ambos sectores les fueron beneficiosas las fechas anunciadas, en la medida en que los tiempos establecidos se encuentran dentro del área de acuerdos aceptables principalmente por parte de la oposición. Incluso, para una posible maniobra de cambiar la fecha de las elecciones primarias, tendrían tiempo suficiente.

Elecciones separadas

Otro de los acuerdos importantes, fue la celebración no conjunta de los comicios, quedando estipulado que habrán de separación dos meses entre las elecciones presidenciales y las estadales, y cuatro meses entre estas últimas y las municipales. Según lo establecido en el marco legal, sólo se debía considerar la separación de las elecciones municipales de las de los órganos del Poder Nacional, en este caso del Presidente de la República. Sin embargo la decisión adoptada fue separarlas entre niveles políticos-territorales. Ello pudiera generar algunos efectos interesantes.

Inicialmente, la campaña electoral hasta octubre de 2012, va a estar centrada en la figura del futuro Presidente de la República, y los resultados obtenidos van a incidir de forma directa en las elecciones estadales. Por otra parte, las elecciones estadales sólo estarán separadas de las presidenciales por dos meses, lo cual se traduce en que las campañas a gobernadores y diputados a los consejos legislativos van a estar enlazadas a las presidenciales, en donde necesariamente la estrategia de “levantar la mano” asegurará el compromiso político de apoyar en cada entidad federal la campaña del candidato a la presidencia. Esta estrategia será mucho más efectiva en lo que se refiere al PSUV por la cohesión interna en torno a un solo líder, pero generará importantes escollos para garantizar el compromiso de los operadores políticos de los partidos de oposición en cada estado.

Finalmente, los concejales al culminar su período para el cual fueron electos en 2005, habrán cumplido el doble del tiempo para el cual fueron electos (cuatro años), teniendo el CNE que evitar a futuro que este tipo de fallas en el sistema electoral se sigan reproduciendo.

Estamos a un año de las elecciones presidenciales, y el desarrollo de las estrategias desarrolladas por las organizaciones políticas, irán permitiendo mayor claridad en el panorama electoral de 2012. Aún la campaña presidencial no arranca, y será interesante ver cómo operan los tiempos de los diversos procesos electorales. Le invito a seguir disertando sobre estos temas a través de la cuenta twitter @farith15 y la web www.farithfraija.blogspot.com.