Una de las dinámicas internas de la oposición se puede resumir en la frase: si no tienes tu bloque no tienes chance en el 2012. Recientemente, María Machado anunció la creación del suyo, pues al parecer el pavoneo político interno amerita llegar con apoyo que respalde las candidaturas a las elecciones primarias de febrero de 2012 (claro está, de realizarse). Ello deja en evidencia dos aspectos: No hay unidad en la oposición, y lo pragmático privará sobre lo ideológico.

Oposición en 4 bloques

Ya son cuatro los bloques sobre los que se sostiene la oposición, a saber, el bloque socialdemócrata (AD, UNT y ABP), el bloque progresista (PJ, CR, PPT, BR, VP, MAS, PODEMOS), el bloque socialcristiano (COPEI, Convegencia, PV, URD, Uppa) y el recientemente anunciado por María Machado “Unión para Avanzar”. La forma como se han agrupado, responde a dos lógicas distintas, mientras que unos aún se agrupan por razones ideológicas, otros se agrupan por razones pragmáticas.

Los del primer caso, pudiese definirse desde el punto de vista ideológico, a saber los socialdemócratas, los socialcristianos, responderían a esa explicación de agruparse. Y es lógico que se agrupen, pues a lo interno lo que existen en un reencuentro entre recientes facciones de los partidos originarios. O sea, “los hijos se reencuentran con sus padres”.

Pero en cuanto a los otros dos bloques, la lógica sería otra, muy similar al fenómeno que se estudió en Francia en los años 70, los partis attrape tout (partidos atrapa todo). Su “unidad interna”, responde más a los intereses de los líderes de cada agrupación política de mantenerse unidos para lograr mayores prebendas en procesos de negociación futuros, sobre todo en las candidaturas regionales y locales. En torno a María Machado, la conformación de un bloque de pequeños partidos, en algunos casos partidos que se conforman con no más de 10 militantes, básicamente responde a la necesidad de demostrar que se tienen apoyo político, así sea de movimientos muy modesto en cuanto a su capacidad de movilización.

¿Ideología partidista?

Atrás quedó, en un pasado que se asocia a un siglo que feneció, la identidad ideológica de los partidos que hoy conforman la oposición. Con estupor se contempla la unión de bloques opositores en donde internamente conviven líderes y agrupaciones con una base ideológica originaria muy disímil. Un caso particular es el del bloque progresista, en donde coexisten los partidos Causa R y Primero Justicia, los que las diferencias en cuanto a concepción política e ideológica dejaron a un lado, con tal de lograr acceder al poder en las elecciones venideras.

Lo que ha privado internamente ha sido las negociaciones para repartirse los apoyos a las gobernaciones y alcaldías, y ahora se suma a los intereses de permanecer unidos, no sólo la confrontación con el PSUV, sino la confrontación interna entre opositores de cara a los procesos electorales internos.

En otras palabras: internamente la oposición se divide en grupos para confrontar entre opositores, y externamente se pretende unificarse para confrontar a Chávez. Ello refuerza la tesis que establece como único factor común de la oposición, al presidente Chávez.

Pudiese más de uno desprevenido caer en la trampa de la “pluralidad interna de la oposición” como la garantía del carácter democrático. Incluso, reforzado cuando se compara con lo que sucede en la acera del frente, donde existe una real unidad en torno a Chávez. Sin embargo, el carácter democrático no debe caer en la simplicidad de la comparación entre casos, sino en la correspondencia con los parámetros teóricos que modelan a la democracia.

Por otra parte, la pluralidad lo que deja claro es que no ha sido posible conciliar en una visión de país o en un proyecto político, al menos hasta el momento, en donde se establezca un plan de gobierno mínimo, pues lo único que tienen como visión de país, es uno donde Chávez no siga gobernando.