Uno de los temas con mayor cobertura mediática en las últimas tres semanas, ha sido las opiniones que desde distintos sectores opositores se han esgrimido sobre las comunas. Las opiniones han sido muy variadas, tanto en intensidad como en temeridad. Varían desde los descalificativos más asombrosos como aquel que sostiene que Comuna es Comunismo, hasta aquellos que precisan que las Comunas eliminarán las alcaldías y gobernaciones. Quisiera hacer algunas precisiones al respecto. 
En primer lugar, si Comuna es Comunismo, entonces existen 14 países comunistas en el mundo, pues su organización político administrativa tienen como espacio más cercano al ciudadano a las comunas. Estos países son: Alemania, Argentina, Bélgica, Chile, Colombia, Francia, Italia, Luxemburgo, Países Bajos, Polonia, Suecia, Suiza, Dinamarca y Andorra. 
Por otra parte, bajo la misma lógica argumentativa, existen 198 países socialistas, pues entonces donde existiera una "sociedad" existiría un régimen socialista. Como pueden apreciar al menos en este primer punto, el aspecto determinante es el ideológico, y quienes han situado la discusión sobre las comunas en lo ideológico han sido precisamente algunos sectores de oposición. 
Seguidamente está el tema de la eliminación de las alcaldías y gobernaciones, y su vinculación con el tema de la descentralización. En términos teóricos apelando a las doctrinas que rigen los estudios sobre el Estado, existen al menos dos formas básicas y clásicas de su organización: unitarios (centralistas) o federales (descentralizados). En nuestro continente hay países que han adoptado ambas formas de organizar el Estado, sin embargo, dominan los esfuerzos por acercar las estructuras del poder público al ciudadano. 
¿Qué tan representativa ha sido la forma de organizar nuestro Estado? Utilicemos para dar respuesta a la pregunta una variable sencilla, población representada en la unidad político territorial más cerca al ciudadano. En Chile habitan 16.572.475 ciudadanos, y se han estructurado 346 comunas, teniendo por comuna una población promedio de 47.897 habitantes. En el caso europeo es aún menor la población por comuna. En Francia habitan 63.213.894 ciudadanos, y se han estructurado 36.682 comunas, con una población promedio de 1.723 franceses por comuna. En el caso de Alemania -considerando que con Francia son dos de las tres potencias europeas- tiene una población de 81.726.000 habitantes y 11.261 comunas, con una población por comuna promedio de 7.257 alemanes. 
En el caso venezolano, la situación es radicalmente distinta. En nuestro país habitamos 28.946.101 ciudadanos, y el territorio se divide en 335 municipios, teniendo una población promedio por municipio de 86.406 habitantes. Comparativamente pudiésemos precisar que en cada municipio venezolano caben 50 comunas francesas, 12 comunas alemanas y 2 chilenas. 
Ahora, reflexionemos juntos: ¿En qué municipios del país habitan 86.406 venezolanos? ¿Acaso en aquellos donde hay mayor población no es justo donde hay mayores fallas de gestión pública? ¿Cuáles son los municipios con mayor inseguridad? Por tomar un ejemplo, en los Altos Mirandinos podemos evidenciar estas afirmaciones. En Guaicaipuro habitan 222.768 habitantes, mientras que en Carrizal somos 50.828, y en Los Salias habitan 69.554 ciudadanos. 
En otros términos, en Guaicaipuro habitan casi 5 veces la población de Carrizal, y 3 veces los que habitan en los Salias. No es de extrañar que justo en Guaicaipuro es donde los problemas son mayores, por lo que el tema de las capacidades gerenciales de quienes ocupan los cargos públicos, es una variable insuficiente para explicar las fallas en la gestión y la insatisfacción de los ciudadanos con los resultados de las políticas públicas. 
Este solo argumento, nos invita a pensar en soluciones estructurales al tema de la descentralización y el acercamiento del poder público al ciudadano. No se trata sólo de transferir competencias a las futuras Comunas, sino de acercar las soluciones a los problemas más cotidianos de los ciudadanos. Es risible escuchas a quienes se oponen al avance de las comunas, alegar que se vulnera y se afecta la descentralización, cuando es todo lo contrario. 
Obviamente al pensar en estructuras más cercanas al ciudadano, se debe discutir sobre transferencia de competencias y recursos de gobernaciones y alcaldías hacia las comunas, pero también de responsabilidades en temas de políticas públicas. Así sucedió cuando en Venezuela pasamos de un Estado Federal sui generis a uno real en 1989. En aquella oportunidad el Poder Público Nacional transfirió recursos, competencias y responsabilidades hacia las gobernaciones y alcaldías. 
Yo invito a un debate nacional sobre la constitución de las comunas, sin tantas pasiones ideológicas y con mayores argumentos objetivos. Creo que es necesario reorientar la discusión, desmarcarlo del tema ideológico, y repensar al Estado. 

EN RÁFAGA
SANANTOÑEROS DE PRIMERA Y DE SEGUNDA
En estos días estuve conversando con unos buenos amigos de San Antonio sobre el pago de impuestos municipales, y me llevé una preocupante sorpresa. Y es que al parecer en Los Salias habitan ciudadanos de primera y otros de segunda, pues la obligación ciudadana de pagar los tributos a la Alcaldía, depende de dónde usted habita. Por ejemplo, si usted vive en Los Castores no paga impuestos, pero si vive en otras urbanizaciones del municipio, si le toca. O sea, que los sanantoñeros pagan de sus impuestos todas las mejoras que dentro y fuera de Los Castores disfrutan quienes ahí habitan. Es una irregularidad que deben aclarar la Alcaldía y el Consejo Municipal, pues partiendo del principio de justicia social y de igualdad ante la ley, no entiendo porque quienes habitan en las Minas, Potrerito, Figueroa sí pagan impuestos, y aquellos que viven en Los Castores, zona clase media y alta, no pagan.

CANDIDATO DE PLASTILINA
Ahora resulta que el gobernador-candidato ha radicalizado su discurso. Durante la campaña presidencial nunca pronunció epítetos de los trasnochados que se quedaron en el tiempo viviendo en medio de la Guerra Fría. Ahora la plastilina en que se ha convertido su discurso se amoldó a quienes considera los electores mirandinos. Ya no se mencionan las misiones, poder popular, consejos comunales. Claro! no le conviene para conquistar los sectores medios, y ahora hace uso del repertorio mariacorinesco. Todo por mantenerse vivo frente al avance de Elías Jaua. Esa poca transparencia y virajes acomodaticios, el elector los cobra a la hora de sufragar. 
Quedo como siempre abierto al intercambio respetuoso de opiniones a través de mi cuenta en twitter @farith15.