Hace 21 años, Venezuela, amaneció en rebelión. Un grupo de jóvenes oficiales encabezados por el Teniente Coronel del Ejército Hugo Chávez, intentaba romper con el hilo constitucional, y darle fin al segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez. Era un acción cívico militar atípica en nuestra región, pues en esta oportunidad no era un golpe de la derecha, pues ésta rebelión era eminentemente de izquierda y bolivariana. 
Comprender su significado histórico, nos hace remontarnos a 3 años atrás, pues como lo sentenció en el extinto Congreso de la República el en aquel momento Diputado por la Causa R Aristóbulo Istúriz, “el 27 de Febrero no tiene ninguna diferencia con lo que acaba de pasar, son dos expresiones de descontento, son dos maneras de cobrarle a la democracia la deuda social que esta democracia tiene con el pueblo”. 
No tengo dudas al afirmar que el 4 de febrero y el 27 de noviembre de 1992 fue la respuesta de los cuarteles al 27 y 28 de febrero de 1989. Era el mismo pueblo desde distintas circunstancias y roles dentro de la sociedad. Eran venezolanos y venezolanas quienes estaban padeciendo de un Estado en decadencia, sin capacidad de agenciar las demandas de las grandes mayorías sumidas en un estado de indefensión. 
Los años 90 fueron la última década de un sistema político que se autorreferenciaba, y era incapaz de procesar de forma correcta las señales de deterioro y posterior debacle que se generaban desde todos los espacios de la sociedad venezolana. A partir de ese momento, fue una crónica de una muerte anunciada. Lo paradójico, es que quien capitaliza políticamente lo sucedido no es el gobierno de Pérez, sino quienes protagonizaron y justificaron los hechos del 4 de febrero. 
Sin embargo, es Hugo Chávez quien logra traducir las necesidades y los deseos de un pueblo fatigado por los desaciertos de un proyecto neoliberal trunco y un gobierno disfuncional, para encabezar e impulsar un cambio radical del Estado venezolano. Fueron los sucesos del 27 y 28 de febrero de 1989 el hito histórico que marcaron el quiebre del sistema político venezolano y sembró de esperanzas a un pueblo que despertaba de un letargo de 30 años; pero fue en la rebelión del 04 de febrero donde surgieron los actores que hoy rigen los destinos del país.

PUBLICADO EN EL DIARIO 2001 EL 04/02/2013