Nuestra Constitución, que este año alcanzará 13 años de promulgada, establece que la democracia es participativa y protagónica. En su artículo 62 establece que “La participación del pueblo en la formación, ejecución y control de la gestión pública es el medio necesario para lograr el protagonismo que garantice su completo desarrollo, tanto individual como colectivo. Es obligación del Estado y deber de la sociedad facilitar la generación de las condiciones más favorables para su práctica.”
Queda claro que el protagonismo y la participación se hace real y concreta en la medida en que se empodere al ciudadano de forma individual o colectiva para un ejercicio efectivo del poder de gobernar. Quisiera compartir con ustedes la experiencia de las comunidades de Carrizal, donde he constatado que el ejercicio del poder es real, se palpa, se siente, se ve, se escucha, efectivamente se ejerce. Lamentablemente sólo con el apoyo del gobierno nacional, y a pesar de la ausencia del gobierno estadal y local.
En cada espacio, donde el poder popular toma la palabra, lo hace asistido con el espíritu de un nuevo modelo de sociedad. Ir a Lomas de Paramacay a participar en una Asamblea donde se explica y se precisa el alcance del uso de recursos para asfaltar las calles, es el ejercicio del poder del pueblo.
Asistir a una reunión en Brisas de Oriente, donde participan 6 Consejos Comunales que deciden cómo administrar los recursos otorgados por el Consejo Federal de Gobierno para adquirir vehículos y solucionar el problema del transporte, es el ejercicio del poder del pueblo. Escuchar a las comunidades de Colinas de Carrizal o Montaña Alta sobre la experiencia de haber realizado la Contraloría Social sobre obras municipales, es definitivamente un cambio profundo en la forma como se comprende el ejercicio de ciudadanía.
Hablar con Carmen Zapata, representante de nuestro municipio ante el Consejo Federal de Gobierno, escucharla referir cada experiencia, cada dificultad, cada solución, cada idea novedosa, es evidenciar que la Venezuela de hoy, no es la misma de hace 15 años.
A pesar de ello, persisten en algunas estructuras de poder, gobernantes que no han entendido el cambio que se gesta en la sociedad, y siguen ejerciendo el gobierno desde una visión arcaica, impropia de las nuevas realidades que se han gestado en nuestra sociedad. Los ejemplos de Lomas de Paramacay, Brisas de Oriente, Potrerito, La Yerba Buena, donde las comunidades asumen las competencias del gobierno municipal, dada su incapacidad de cumplir con las competencias atribuidas por Ley, dan cuenta de una situación que debe cambiar.

Publicado el 03/02/13 en el Diario La Región