Hace unos años, William Ojeda se dio a conocer a nivel nacional por haber escrito un libro que tituló “Cuánto vale un juez”. En el develaba las dinámicas de las tribus de jueces, lo que le valió a parte de la fama, 6 meses de prisión. Espero no correr la misma suerte de William, pues ahora yo me pregunto ¿Cuánto vale un candidato?
Nicolás Maquiavelo, autor de la obra “El Príncipe”, escribió la lapidaria frase de “divide y reinarás”, proveniente según la historia de Filipo de Macedonia a quien se le atribuye, la cual se tradujo luego en “divide y vencerás”. Muchos han sido los ejemplos que la historia nos ha dado para comprender tan locuaz frase en el marco de estudio de las estrategias de ofensa y defensa en diversos campos de la vida humana. 

En un escenario político tan polarizado en Venezuela, a nivel local cobra un sentido vital esta frase para adelantar estrategias de confrontación en el plano electoral. En medio de la precampaña de cara a las elecciones de 2013, parece estar surtiendo efecto en los dos grandes polos políticos confrontados. Pero, ¿A quién favorece estas estrategias? Obviamente a quien se  beneficia de una división dentro de una de las fuerzas políticas en conflicto. Y los mirandinos no escapamos de esta realidad.

En Guaicaipuro y Carrizal fundamentalmente, es sabido que los resultados son estrechos y que cada voto cuenta. En las filas de los partidos de izquierda agrupados en torno al Gran Polo Patriótico, se han dado fenómenos interesantes que hace sospechar -sobre todo luego de la verificación de fuertes indicios- que algunos les han puesto precio a su determinación de presentar su candidatura a alcalde y/o concejales. Recuerdo mucho al ver estas situaciones a Luis Miquilena, los militares sublevados en la plaza Altamira, a Andrés Velázquez en 1993 y las sospechas que se levantaron en contra de su ética, entre otras. Y es que incluso en el plano militar son varios los ejemplos sobre estos casos.

Es bochornoso pensar que hay quienes les han puesto precio a la candidatura, y la han aceptado. Es una actitud ruin y miserable que demuestra el talante antiético de quienes venden sus principios, poniéndole un precio a su lealtad, a su apego moral. La gran pregunta que me surge al respecto es: ¿Quiénes compran una candidatura? Obviamente aquellos que saben que dividiendo a los chavistas, allanan el camino hacia un virtual triunfo electoral el 08 de diciembre. Pero la base de los partidos y sus dirigentes a veces tiene agendas distintas, y no necesariamente los pactos de élite van a obligar una situación de solidaridad automática. Por el contrario, generar estupor y rechazo. 

Por otro lado, hay otros que se inscriben y pretenden dividir para forzar una negociación de algún cargo o candidatura, y hasta montos de dinero para “desistir”, convirtiendo la contienda en un gran mercado de prevendas. A quienes estamos en situaciones similares recuerden que una cosa es ver al Orinoco desde la superficie, y otras las fuertes corriente interna debajo así como los caribes que acechan al menor movimiento. 

Ver este tipo de prácticas en la acera de al frente quizás no genera tanta sorpresa, pues las prácticas políticas son más cónsonas con aquella cultura política de la adequidad que caracterizó las dinámicas de la IV República. Pero, es absolutamente impropia y antiética de quienes creemos férreamente que las prácticas políticas deben estar apegadas a principios éticos y morales que nos deslastren de las miserias humanas y el individualismo vulgar que tanto daño nos ha hecho como sociedad.

Quienes me conocen y han leido mis artículos saben que siempre he sido proclive a la democratización de los procesos de toma de decisiones, y que en el caso de la selección de candidaturas, soy defensor de las elecciones por la base. Sin embargo, también soy militante de un partido político que demanda disciplina, sobre todo en momentos cruciales como el que estamos viviendo luego de la desaparición física del Presidente Chávez. 

Finalmente, para quienes invocan a Chávez para adoptar posturas de indisciplinados,  insubordinados y rebeldes frente a las decisiones de las candidaturas, recuerden lo que expresó el comandante Chávez el 08 de diciembre de 2012: “Unidad, Unidad, Unidad de los patriotas, no faltarán quienes traten de aprovechar coyunturas difíciles para mantener ese empeño de la restauración del capitalismo, del neoliberalismo para acabar con la patria. No, no podrán. Ante estas circunstancias de nuevas dificultades del tamaño que fuere la respuesta de todas y de todos los patriotas, los revolucionarios, los que sentimos a la patria hasta en las viseras como diría Augusto Mijares, es Unidad, Lucha, Batalla y Victoria”.