El desarrollo de una localidad empieza por definir qué tipo de municipio quieren sus ciudadanos. Si hacemos un breve repaso por distintos municipios en Venezuela, nos podemos encontrar con una diversidad interesante. Si vemos hacia el centro, podemos resaltar el municipio Girardot (donde están las playas de Choroni) el cual se define como una localidad turística, aprovechando las potencialidades de la zona costera en la cual se ubica. Si vamos hacia la zona metropolitana, encontramos un municipio turístico como lo es el Hatillo, el cual aprovecha su condición colonial, el clima y la vocación de sus habitantes. 


Seguro que decir con el recuento, hallaríamos muchos de los 335 municipios con vocación definida y con una clara visión del municipio que se quiere y se tiene. Pero, ¿Qué municipios tenemos y queremos en los Altos Mirandinos? Empecemos por precisar grosso modo, qué potencialidades tenemos. En Guaicaipuro resalta la vocación agroturística, pues en su condición de capital, alberga un sin fin de espacios históricos de nuestros tiempos de la colonia. El casco central, la comunidad de San Pedro, San Diego, San José y El Jarillo, tienen condiciones históricas y a su vez agrícolas formidables. El tren del Encanto, las ruinas de la mostaza, la Villa Teola, son al menos de los pocos lugares que acogen momentos claves de nuestra historia. Si miramos hacia el desarrollo de la tierra las potencialidades aumentan de forma exponencial. Por ejemplo, en referencia a la producción de floricultura, actualmente exportamos al mundo una variedad de flores importantes provenientes de San Pedro y El Jarillo.

Sin embargo, el estado de abandono de estos espacios históricos y de ingobernabilidad del municipio Guaicaipuro (con más de 300 mil habitantes, donde cabe más de tres veces Los Salias, y más de 5 veces Carrizal y con una dispersión geográfica considerable), invitan a la reflexión y a la revisión de un nuevo orden territorial, donde necesariamente hay que considerar el tema de las comunas como una necesidad imperiosa. Le pregunto a usted vecino guaicaipureño ¿Qué tipo de municipio es Guaicaipuro?

Si miramos hacia Carrizal, no escapa de nuestro análisis la vocación comercial que posee el municipio. Pero le pregunto al vecino carrizaleño ¿Qué tipo de comercio abunda en el municipio? No exageraría al precisar que es uno de los municipios con mayor número de licorerías por habitantes de Miranda. ¿Qué tiene más cerca usted de su comunidad, un parque infantil, un centro de recreación, una biblioteca municipal, una cancha deportiva en buen estado, o una licorería? Y es que el problema no es la vocación de sus habitantes y el libre ejercicio del comercio, sino la falta de visión estratégica por parte de quienes deben orientar la actividad comercial. Carrizal es un municipio sin rumbo, sin visión, sin destino cierto. Revisando el tipo de municipio que se concibió en su fundación en 1988, el primer alcalde que tuvo, por cierto el mismo que sigue (in) gobernando (a pesar de ser 5 veces más pequeño que Guaicaipuro), se concibió como un municipio colonial, donde la potencialidad identificada fue la turística. 

Le pregunto al vecino carrizaleño, ¿En qué se parece el Hatillo a Carrizal? Ciertamente tiene condiciones similares (clima, la composición socioeconómica y cultural de sus habitantes), pero la diferencia radica en la incapacidad gerencial de impulsar un desarrollo municipal eficiente, con una vocación económica definida, y con un plan de inversión orientado estratégicamente. No hay, a parte del logo de la alcaldía, rastros de haber desarrollado un municipio colonial. Luego de 24 años, podemos concluir que la concepción como municipio colonial fue un engaño y un fracaso por los que aún gobiernan desde 1989 a Carrizal. Y si mencionamos la capacidad de desarrollar el turismo, Carrizal tiene potencialidades importantes. Desde el Acuario Agustín Codazzi abandonado, sus hermosas montañas que invitan a un paseo eco turístico, pasando por el casi concluso Santuario de la Virgen de Fátima, y resaltando su gentilicio, tiene potencialidades formidables para impulsar un desarrollo que le permitiría visibilizarse como destino turístico nacional e internacional. Igualmente el fortalecimiento de su capacidad agroproductiva (tenemos el privilegio de tener una Escuela Granja, de las pocas en el país), y el fortalecimiento de su vocación industrial y comercial.

Llegamos a Los Salias, y nos encontramos con un municipio que en sus inicios como entidad autónoma orientó su vocación comercial hacia el desarrollo del comercio y la producción industrial. No de casualidad Andrés López, el primer Alcalde electo, que estuvo al frente dos períodos constitucionales, sea aún una referencia de buen gobierno en Los Salias. Lamentablemente la falta de planificación urbana y el crecimiento poblacional descontrolado de San Antonio, mantiene en jaque la movilidad urbana del municipio, así como la calidad de vida de sus habitantes. Sin embargo, aún posee niveles óptimos de desarrollo municipal, insisto, gracias a la buena visión que tuvieron su primer gobernante y quienes habitan en el municipio. 

Los invito pues a pensar qué municipio tenemos y qué municipio queremos. Estamos en contacto por la cuenta @farith15.