Hay una diferencia sustancial entre la Carrizal que proyecta la gestión del monarca y la real. La del monarca, es una especie de Dubai, algo excelso, una réplica naturalista del paraíso. No hay delincuencia, todo está limpio, con parques en cada comunidad, canchas deportivas similares a las famosas donde juegan los de la NBA, un estadio de baseball similar al Yankee Stadium, y vías al estilo Noruego.
Es esa Carrizal donde el pueblo mayoritariamente rechazó la reelección contínua, pero donde la oposición presenta al mismo candidato por quinta vez a pesar de sus 23 años enchufado en el poder. Es la Carrizal donde todos los funcionarios que trabajan en la Alcadía trabajan extraordinariamente bien pagados, con cesta tickets puntuales mes a mes, donde las utilidades se cancelan sin demora y completas, y la liquidación y prestaciones sociales se pagan a los dos meses de renunciar.
Es esa Carrizal del buen gobierno, la que nos une, donde los servicios públicos son supremamente eficientes, donde han garantizado un alumbrado público eficiente, todas las plazas y vías están pepitas, y donde jamás se colocaría un ojo de gato en una vía en mal estado, o se haría un asfaltado chimbo. Y sobre toda las cosas, se caracteriza por un gobierno transparente, que ejecuta el plan de obras a cabalidad, que rinde cuentas y donde no existe el nepotismo ni la burocracia. Esa Carrizal queda solo en la mente de los que llevan enchufados más de 23 años en los espacios a donde el pueblo aún no ha llegado.
La real es la que se vive a pie, la que estamos recorriendo todos los días, la de las calles llenas de huecos y otras maquilladas a golpe y porrazo porque vienen las elecciones. La Carrizal de verdad, es la que tiene sólo dos ambulancias una mala y otra a punto de dañarse, es ésta donde la gente pobre muere y no cuenta con la ayuda de la municipalidad, y mucho menos con un cementerio digno a donde podamos ir a encontrarnos con nuestros seres queridos. En ésta Carrizal no hay parques infantiles, canchas en buen estado y techadas, no hay espacios para el deporte, la recreación y la cultura.
Es la Carrizal de la Guadalupe, Los Vecinos o Villa Josefina, donde no hay transporte público suficiente ni con horarios amplios, obligando a niños, adultos mayores, personas con discapacidad a caminar trayectos larguísimos o a inhibirse de salir de sus casas, porque las rutas sociales las eliminaron.
Es la Carrizal de Barola, donde no existe un módulo policial, mientras que en Centros Comerciales si los hay. Es la Carrizal de Brisas de Oriente, donde asfaltan las calles antes de la elecciones y lo hacen mientras llueve y en plena hora pico, porque lo que importa es que el monarca maquille el sitio para que lo elijan, como si el carrizaleño fuese pendejo. Es la Carrizal de Montaña Alta, donde matan a los vecinos, mientras el módulo policial tiene solamente un funcionario mal pagado, sin chaleco antibalas, sin balas, sin ánimo de hacer su trabajo, sin referente moral que lo inspire, pues tienen fresco el recuerdo de su jefe fugado de los calabozos después de robar galpones o a otros que violan los derechos humanos y desaparecen, bajo la mirada cómplice de quien debería supervisarlos.
Es esa de Colinas de Carrizal, que ve la forma indolente como el gobierno municipal se escurre el bulto frente a su responsabilidad del cuido, rescate y tratamiento de nuestros perros y gatos en condición de calle.
Es la Carrizal de la Guadalupe, donde la gente tiene que pisar heces fecales en su camino, pues la alcaldía no ha canalizado las aguas servidas que bajan por las escaleras, donde conviven los niños con esa realidad, con esa crueldad social.
Es la Carrizal de Berta Mujica, donde hay familias que necesitan de la solidaridad social, es esa de la Ladera donde no recogen la basura por el hecho de ser pobres, invasores y chavistas, así como en José Manuel Álvarez, donde los niños y los jóvenes juegan entre bolsas de basuras y ausencia de contenedores. Es aquella también donde los deportistas de alto rendimiento no existen para el gobierno municipal de 23 años, no les interesa, no les da rentabilidad atender y apoyar el deporte. Es esa Carrizal donde abunda la indigencia y el problema del alcoholismo aumenta, es esa de los años 80, esa que se quedó en el ayer.
La real, es ésta Carrizal llena de abandono, pero con una sociedad pujante, trabajadora, de profesionales y técnicos, de amas de casa, de jóvenes deportistas, de cultores, de emprendedores productivos, de consejos comunales que consiguen recursos para atender los problemas de su comunidad. Esa que quiere vivir mejor, que quiere vivir bien, que quiere un cambio, que dice basta, que quiere un municipio moderno, vivible, seguro, transitable, limpio. Esa que dice que esto no tiene que ver con chavistas y antichavistas sino de las mejores soluciones a nuestros problemas. Esa que dice ya no más, que llegó la hora de un cambio en Carrizal.