Hace casi un año, publiqué un artículo, donde aseguraba que la oposición guardaba bajo la manga la carta del Plan B: atacar el proceso electoral y al CNE. Hoy, considero que se abren otros escenarios que van en el mismo sentido: retirar el candidato antes del 07 de octubre, a sabiendas de una derrota inminente, para generar un estado de conmoción nacional e internacional. Revisemos algunos elementos que nos remiten a las elecciones parlamentarias del 04 de diciembre de 2005.

Aquella elección
Hagamos un poco de memoria sobre los argumentos que la oposición utilizó en aquella oportunidad: 1) Desconfianza, 2) Imparcialidad, 3) Intransparencia del CNE, y 4) desconfianza en el proceso electoral. Incluso, el actual gobernador de Táchira, quien para el momento era Secretario General de COPEI, ¡solicitaba que fuesen diferidas las elecciones! En aquella oportunidad el alegato quiso ser barnizado con la voluntad popular afirmando que los venezolanos no acudirían a unas elecciones que le generaban desconfianza. Lo que no precisaron es que al hacer referencia a los “venezolanos”, se referían a ellos mismos.

Hay que recordar que frente a las solicitudes de la oposición, el CNE actuó satisfaciendo las solicitudes que le hicieran los diversos candidatos opositores: eliminación de las máquinas captahuellas, aumento de las máquinas electorales a ser auditadas (del 10% al 45%), y borrar la memoria de las máquinas electorales una vez finalicen las elecciones.

Cinco años después, deciden participar, pidiendo que se volviese a regir el proceso electoral bajo aquel marco normativo que motivo su retiro en las elecciones de 2005, y aceptando el uso de las captahuellas. Lo que queda claro es que la intención de la oposición no fue tener mejores condiciones normativas para participar en el juego electoral, sino generar una crisis institucional, afectando la legitimidad de la Asamblea Nacional. 

Las condiciones actuales con aderezos adicionales
La oposición, nuevamente pretende atacar la transparencia del CNE. E incluso, Teresa Albanes alertó sobre está situación hace una semana, pues nuevamente se pretende deslegitimar al árbitro electoral. Directores de medios de comunicación, líderes opositores, sectores abstencionistas, empiezan a desarrollar una ofensiva de mayor magnitud hacia el CNE, atacando tanto a los rectores como al proceso electoral.

Pero hay un aderezo adicional en esta oportunidad, y es la disposición del Rector Vicente Díaz de asumir dentro del seno del ente comicial, la defensa de los intereses del sector oposición. Considero que potencialmente pudiese ser un factor que legitime un escenario de retiro del candidato de oposición de la contienda, y su resonancia en los medios internacionales pudiera agudizar un estado de conmoción dentro de la comunidad internacional.

La inmadurez política
Sin embargo cabe la duda, de si esa misma oposición antidemocrática del 2005, sigue rigiendo el proceso de toma de decisiones dentro de la MUD. En aquella oportunidad de 2005, quienes dieron el primer paso en el retiro del proceso electoral fueron AD y COPEI, quienes luego de no hacer siquiera campaña electoral a favor de sus candidatos, tomaron la iniciativa de retirarse, seguido luego por el restante de los partidos opositores.

Pero AD y COPEI dan ese primer paso, pues eran dentro de la oposición los partidos con menores probabilidades de éxito. En esta oportunidad, sabemos lo que está arriesgando Primero Justicia, y una derrota de su candidato le generaría un debilitamiento importante dentro de la oposición, perdiendo parte del terreno ganado durante estos años. Además, una oposición que pretende apalancarse con documentos forjados para a través del escándalo lograr la atención del sector militar del país, demuestra aún importantes niveles de inmadurez política.

Quedan 79 días para las elecciones presidenciales, donde luego de darse a conocer diversos resultados de sondeos de intención de votos, se está marcando una tendencia electoral a favor de la victoria del presidente Chávez. En la medida que se acerca el 07 de octubre, mayores son las voces que pretenden deslegitimar al CNE desde afuera, y peligrosamente desde adentro. La oposición en Venezuela ha tendido en otros momentos de la historia contemporánea a asumir conductas contrarias a las reglas del juego democrático. Esperemos sea este episodio una excepción, y como se los recomendó Felipe González asuman que: “la esencia de la democracia es la aceptabilidad de la derrota”.