Quedan menos de tres semanas para elegir o reelegir al Presidente que regirá los destinos del país por los próximos 6 años. En estas fechas previas, es necesario manejar con atino la incertidumbre, propia de un ambiente político marcado por lo electoral. Y son justamente las encuestas, los sondeos de opinión, el instrumento adecuado para saber como van los apoyos a cada candidato.

Recientemente hemos visto en los últimos sondeos publicados por diversos medios, informaciones contradictorias. Han salido encuestadoras que justo en estas elecciones han iniciado sus apariciones públicas, sobre todo en medios de cobertura nacional. Nombres como Hercon, Predicmatica, Top Data, VOP, ICS, que en su mayoría, son las que han dado cuenta de una ventaja de Capriles frente al Presidente Chávez, son noveles frente a la opinión pública. Sin embargo, los opositores las validan y difunden, pues se ha comprendido y se ha manejado de forma errada, el uso de los sondeos de opinión. Han transformado en un instrumento político, situación que ha sido un lugar común en otros procesos similares dentro y fuera del país.

En segundo lugar, los valores que se han adoptado para legitimar las encuestas no son justamente la credibilidad o trayectoria de la empresa que las realiza, sino el resultado que arroja. Para los opositores una encuestadora, no importa si es nueva, o su oficina se reduce a un maletín, puede convertirse en una bola de cristal que predice el futuro, si los resultados favorecen a su candidato. En el caso contrario, de desfavorecerlo, son descalificadas y sometidas a insultos, improperios, y acusaciones temerarias.

Pero, siendo sensatos, hay una realidad que no se puede ocultar: aquellas que dan resultados más favorables a Capriles se diferencian entre las que sostienen que hay un empate técnico y otras que dan resultados reñidos con una victoria muy cerrada. En cambio del lado oficialista, las diferencias entre las encuestas son el margen de victoria, la cual se encuentran por encima de los 10 puntos. Faltan pocos días para el gran momento, donde 18 millones de venezolanos están convocados para tomar colectivamente una decisión. Quisiera repetir las palabras que Felipe González pronunció en su discurso, tan alabado con la oposición: la esencia de la democracia es la aceptabilidad de la derrota.


EN RÁFAGA
El viernes pasado Henrique Capriles visitó a Los Teques. Desde agosto de 2011, no venía a los Altos Mirandinos. Curiosamente ahora lo hace como candidato ofreciendo propuestas a Venezuela que no fueron cumplidas en el estado que lo eligió como Gobernador hace cuatro años. Usted que lee esta columna, trate de pensar en una sola obra bandera de la gestión de Miranda en Los Altos Mirandinos…. Difícil no? Lo comprendo, pues no hay mucho que contar.

Promete reducir la inseguridad y en Miranda se desbordó, promete mejorar y respetar las condiciones de los empleados públicos, y lo que sucede con los Bomberos, Protección Civil, Jubilados de la Gobernación es preocupante, habla de no permitir que se caigan los puentes, y por falta de mantenimiento se cayó la vía del Jarillo responsabilidad de la gobernación. Habla de aumentar el sueldo en un acto de desespero a partir de enero, y yo le preguntaría, ¿Cuánto ganan los obreros en la Gobernación?

Habla de mejorar las misiones, y en Miranda obró contra su funcionamiento, habla de mejorar las viviendas, y en Miranda lo que hace es burlarse de los Mirandinos entregando ayudas de 1.000, 2.000 Bs para “mejorar las casas”…

Los Altos Mirandinos no tienen nada que agradecerle, pues su gestión no ha beneficiado a esta región, por el contrario, ha deteriorado y desmejorado el patrimonio arquitectónico de nuestra ciudad.